Antes de que me despellejeis vilmente en los comentarios aviso, lo que
voy a poner ahora es mi opinión y
sólamente mi opinión. Estoy totalmente a favor del cosplay y, de hecho, me
encanta el cosplay ¡¡Incluso fui cosplayer durante gran parte de mi juventud,
participando activamente en foros y eventos!! opino que es una afición sana,
entretenida, que desarrolla la imaginación y el talento para la costura,
maquillaje y manualidades y que bien llevada es una herramienta socializadora
mejor que el facebook, twitter y demás redes sociales (gran parte de mis amigos
y colegas los conocí a traves del cosplay), pero como todas las aficiones el
problema no radica en la afición en si (leer novelas, jugar al wow, ver el
futbol o seguir alguna serie...) sino en los aficionados, que muchas veces son
los que corrompen un hobby saludable quitándote las ganas o el respeto hacia
dicha afición y de eso es de lo que voy a tratar hoy, sobre esa clase de
invididuos que afean esta afición y hacen que no sea tomada en serio (dentro de
lo que se puede tomar en serio un Hobby como es disfrazarse) o incluso
despreciada. Así que, sin mas preámbulos y con todas las aclaraciones ya
hechas, voy a despellejar a estos "especímenes". Tomad asiento y
disfrutad del viaje.
Por cierto. Las imágenes que aparecen en esta entrada han sido dibujadas por la genial ilustradora y diseñadora gráfica Geraldina Sierra. Todos aquellos que deseen un dibujo o diseño suyo o contar con ella para realizar algún trabajo web de ilustración e imagen pueden contactar con ella a través de su blog http://geraldinasierra.com/
Este individuo es fácil de reconocer por su perpetua cara rancia, a medio camino del perdona vidas y alguien que lleva un mes con estreñimiento: sus andares arrogantes en los que parece que les han metido un palo por el culo de lo erguido que va; su séquito de fanáticos adoradores que le van lamiendo el culo y cubriendo de elogios allá a donde vaya, por tener una página web dedicada a su ego en la que a veces tienes que pagar para estar apuntado y por poner siempre las mismas poses de top model (cara rancia incluida) en todas las fotos. El único trato social que tendrás con el/la diva es para pedirle una foto, la cual te permitirán que les hagas como si te estuviesen haciendo el gran favor de tu vida, ya que como intentes hablar con ellos para otra cosa que no sea elogiarles (lo cual permitiran callados mirándote con cara de "continúa escoria, sigue alagándome") pasarán de tí como si fueses un simple mortal intentando dirigirse a un dios Olímpico. Muchos de ellos se consideran "profesionales" del cosplay cuando dicho término solo deberia utilizarse cuando eres un especialista en un trabajo remunerado, pero en fin... dejémosles vivir en su nube junto a Zeus antes de que enteren de que el cosplay no es mas que una aficción, aunque algunos se lo han montado muy bien para sacar dinero exhibiendo su divinidad cosplayer como si de un jamón en una carniceria se tratase.
El cruzado/fanático del cosplay:
El cruzado es aquel fanático del cosplay que considera el cosplay no solo la mejor afición del mundo sino el camino correcto a seguir, elevando a aquellos que hacen cosplay a la categoria de iluminados que siguen el camino correcto en esta vida y despreciando a todo aquel que no hace cosplay o no le gusta el cosplay con apelativos como "cani", "reguetonero", "inmaduro" o "muggel" (gente no mágica en terminologia Harry Potter). Esta gente no le encanta el cosplay, sino que diréctamente lo vive hasta límites enfermizos de creerse el personaje que cosplayea o creerse un personaje de anime. Es muy común verlos fuera de su ecosistema cosplayero con orejas de gatito, vestidos de gothic lolita que harian asarse de calor en verano hasta a un camello y demás detalles estéticos frikys que hacen que a una persona normal le de vergüenza ajena siquiera caminar al lado suyo. No digo que esté en contra de lucir con orgullo tu afición y llevar una camiseta friky o unas chapas, pero los extremos siempre son malos. Estos indivíduos son el paradigma de la intolerancia por los motivos dichos al principio, incapaces de aceptar cualquier crítica a su afición (me rio de los que se ofenden cada vez que alguien les llama inmaduros), sin sentido del ridículo y por fortuna solo tendrás contacto con ellos si eres tan desorbitádamente friky como ellos o tienes la mala suerte de enojarlos.
El cruzado es aquel fanático del cosplay que considera el cosplay no solo la mejor afición del mundo sino el camino correcto a seguir, elevando a aquellos que hacen cosplay a la categoria de iluminados que siguen el camino correcto en esta vida y despreciando a todo aquel que no hace cosplay o no le gusta el cosplay con apelativos como "cani", "reguetonero", "inmaduro" o "muggel" (gente no mágica en terminologia Harry Potter). Esta gente no le encanta el cosplay, sino que diréctamente lo vive hasta límites enfermizos de creerse el personaje que cosplayea o creerse un personaje de anime. Es muy común verlos fuera de su ecosistema cosplayero con orejas de gatito, vestidos de gothic lolita que harian asarse de calor en verano hasta a un camello y demás detalles estéticos frikys que hacen que a una persona normal le de vergüenza ajena siquiera caminar al lado suyo. No digo que esté en contra de lucir con orgullo tu afición y llevar una camiseta friky o unas chapas, pero los extremos siempre son malos. Estos indivíduos son el paradigma de la intolerancia por los motivos dichos al principio, incapaces de aceptar cualquier crítica a su afición (me rio de los que se ofenden cada vez que alguien les llama inmaduros), sin sentido del ridículo y por fortuna solo tendrás contacto con ellos si eres tan desorbitádamente friky como ellos o tienes la mala suerte de enojarlos.
El treinteañero (o mas) con síndrome de Peter Pan:
La crisis de los treinta es muy mala: Te das cuenta de que ya no eres joven y que, posíblemente, los mejores años de tu vida ya han pasado y a partir de ahora solo te espera una fria y gris rutina que nada tiene que ver con tu colorida y anterior edad dorada. Sin embargo crecer forma parte de la vida, ya que nadie puede ser joven eternamente y ser un adulto también tiene su encanto y ventajas que no tiene un joven. Sin embargo muchos treinteañeros (o mas edad) padecen el síndrome de Peter Pan, negándose a aceptar su adquirida madurez física (que no mental) como podria ser el caso de Madonna, el padre de Stan en South Park, Ana Obregon, Leticia Sabater... o el cosplayer del que voy a hablar ahora.
Cosplayearse no tiene nada de malo, pero hay que admitir que queda muy ridículo ver a alguien de treinta años para arriba cosplayeado de un personaje de Doremi, Card Captor Sakura, Madoka, Digimon (salvo los propios digimon) o cualquier otra serie en la que aparezcan personajes de 15 años o menos o que parezcan niños. ¿Que te da igual lo que opinen los demas sobre si te queda bien o no el personaje porque tu eres feliz con dicho cosplay? vale, adelante, eso no lo censuro e incluso estoy a favor de tu autoestima y valores, pero lo que me irrita es que estas personas luego se quejen de las críticas que les hacen por lo ridículos que van y no sepan encajar que el personaje que han elegido no es el mas apropiado para su edad. Si vas a hacer algo, como todo en esta vida, has de ser consciente de las consecuencias que pueda traer y del que diran, ya si les haces caso o no es otra historia pero, repito, hay que ser consecuente y estar preparado en vez de patalear como un niño cada vez que te digan que el personaje del que vas cosplayeado tiene 20 o 30 años menos que tu.
La crisis de los treinta es muy mala: Te das cuenta de que ya no eres joven y que, posíblemente, los mejores años de tu vida ya han pasado y a partir de ahora solo te espera una fria y gris rutina que nada tiene que ver con tu colorida y anterior edad dorada. Sin embargo crecer forma parte de la vida, ya que nadie puede ser joven eternamente y ser un adulto también tiene su encanto y ventajas que no tiene un joven. Sin embargo muchos treinteañeros (o mas edad) padecen el síndrome de Peter Pan, negándose a aceptar su adquirida madurez física (que no mental) como podria ser el caso de Madonna, el padre de Stan en South Park, Ana Obregon, Leticia Sabater... o el cosplayer del que voy a hablar ahora.
Cosplayearse no tiene nada de malo, pero hay que admitir que queda muy ridículo ver a alguien de treinta años para arriba cosplayeado de un personaje de Doremi, Card Captor Sakura, Madoka, Digimon (salvo los propios digimon) o cualquier otra serie en la que aparezcan personajes de 15 años o menos o que parezcan niños. ¿Que te da igual lo que opinen los demas sobre si te queda bien o no el personaje porque tu eres feliz con dicho cosplay? vale, adelante, eso no lo censuro e incluso estoy a favor de tu autoestima y valores, pero lo que me irrita es que estas personas luego se quejen de las críticas que les hacen por lo ridículos que van y no sepan encajar que el personaje que han elegido no es el mas apropiado para su edad. Si vas a hacer algo, como todo en esta vida, has de ser consciente de las consecuencias que pueda traer y del que diran, ya si les haces caso o no es otra historia pero, repito, hay que ser consecuente y estar preparado en vez de patalear como un niño cada vez que te digan que el personaje del que vas cosplayeado tiene 20 o 30 años menos que tu.
El/La ballena con sobrepeso:
Es imposible tener el mismo cuerpo que un personaje de manga/anime o comic, ya que dichos personajes suelen ser fideos con tetas y culos enormes o machos con músculos enormes que ni siquiera sabias que existian. De hecho ser idéntico a un personaje de ficción la mayoria de las veces resulta grotesco y da grima ¡¡Pero una cosa es no parecerse del todo al personaje y otra muy distinta que peses 100kg mas que el personaje!!
Es imposible tener el mismo cuerpo que un personaje de manga/anime o comic, ya que dichos personajes suelen ser fideos con tetas y culos enormes o machos con músculos enormes que ni siquiera sabias que existian. De hecho ser idéntico a un personaje de ficción la mayoria de las veces resulta grotesco y da grima ¡¡Pero una cosa es no parecerse del todo al personaje y otra muy distinta que peses 100kg mas que el personaje!!
No tiene nada de malo estar un poco pasado de peso o no tener un cuerpo
perfecto (eso requiere muchísimos cuidados y ejercicio que están al alcance de
poca gente), pero al igual que una elefante humana de 130Kg no saldrá un sábado
por la noche de fiesta vestida con una minifalda cortísima, medias de rejilla o
leggins de licra y un top que le llegue por abajo hasta los pezones porque
quedará ridícula también queda muy ridículo que dicha Morsa se cosplayee de
Sailor Moon, Yokko, Lamu, Mai Shiranui o cualquier personaje que vaya medio
desnuda y enseñando mucha carne. El problema, aun mas grave que el dolor a la
vista que provocan sus enormes lorzas y el daño que te hace ver caracterizado
como un leviatán a un personaje tan sexy, es que luego estos cosplayers se
quejan porque la gente les llama "focas", "ballenas" y
demás lindezas cuando deberian apreciar el cosplay y no fijarse en su físico.
Yo se apreciar un buen cosplay cuando está bien hecho, pero para mi cuenta
mucho la caracterización y parecerte, aunque sea un poco, al personaje del que
te vas a cosplayear. No estoy en contra de que la gente obesa, y recalco OBESA,
de las que les sobra 20 o 30kg, se
cosplayee, pero de algo mas tapadito o de un personaje mas acorde a su físico,
ya que en esta vida hay que saber tener un poco del sentido del ridículo y, a
no ser que no te afecten las opiniones ajenas, hay que saber muy bien a lo que
te vas a enfrentar si te cosplayeas de un personaje sexy siendo una ballena de
150Kgs.
La zorra calienta pollas o chulo piscinas:
Uno de mis mejores amigos llama a los salones frikys "el templo de virgo", pero no porque ahi vivan Shaka o Asmita, los caballeros de oro de Virgo, sino por la concentración de virginidad y hormonas descontroladas que hay por metro cuadrado. Y es que, aunque las aficciones frikys se han normalizado bastante y ya no son tan exclusivas como hace 15 o 20 años, donde solo las seguian los 4 nerds gafapastas inadaptados, aun siguen habiendo muchísimos fans acomplejados e inseguros que no consiguen mojar el churro ni pagando en un puticlub. Con semejante concentración de mozos y mozas inmaculados de cintura para abajo no es de extrañar que salten cada vez que ven 2cm de carne al aire libre o a alguien mediánamente guapo cosplayeado de un icono sexy (cuando fui de Sephiroth, hace siglos, la chicas se me tiraban encima por el simple hecho de ir de Sephiroth) y aquí es donde entra en juego este individuo.
Uno de mis mejores amigos llama a los salones frikys "el templo de virgo", pero no porque ahi vivan Shaka o Asmita, los caballeros de oro de Virgo, sino por la concentración de virginidad y hormonas descontroladas que hay por metro cuadrado. Y es que, aunque las aficciones frikys se han normalizado bastante y ya no son tan exclusivas como hace 15 o 20 años, donde solo las seguian los 4 nerds gafapastas inadaptados, aun siguen habiendo muchísimos fans acomplejados e inseguros que no consiguen mojar el churro ni pagando en un puticlub. Con semejante concentración de mozos y mozas inmaculados de cintura para abajo no es de extrañar que salten cada vez que ven 2cm de carne al aire libre o a alguien mediánamente guapo cosplayeado de un icono sexy (cuando fui de Sephiroth, hace siglos, la chicas se me tiraban encima por el simple hecho de ir de Sephiroth) y aquí es donde entra en juego este individuo.
La calientapollas a visto un gran filón para su ego en los eventos y
salones frikys. Da igual que no tenga ni idea sobre manga, anime, videojuegos o
que ni siquiera sepa lo que es un dibujo animado o impreso en papel o que no
sepa ni como se llama el personaje del que va cosplayeado (o que no vaya
caracterizada igual que el personaje), que mientras pueda provocar erecciones y
charcos de babas a su paso mientras se muestra todopoderosa e inalcanzable para
estos vulgares mortales ella es feliz. Lo mismo se aplica al típico chulo
piscinas que va luciendo musculitos de gimnasio y tableta toblerone cosplayeado
de Conan sin saber ni de que va, que mientras pueda provocar charcos de fluido
vaginal a su paso el es feliz.
El sin vida:
El sin vida es el pariente cercano y antisocial del cruzado del cosplay. Esta persona solo vive para el cosplay, hasta el punto de que esta afición a absorvido su vida. Al sin vida solo lo verás en estos sitios: Su casa (siempre pegado a una máquina de coser o al ordenador en foros de cosplay), las tiendas de tela, mercerias, su lugar de trabajo o estudios (algunos ni eso, haciéndome creer que viven de los papis o hacen la fotosíntesis) y TODOS los eventos en los que puedan cosplayearse.
El sin vida es el pariente cercano y antisocial del cruzado del cosplay. Esta persona solo vive para el cosplay, hasta el punto de que esta afición a absorvido su vida. Al sin vida solo lo verás en estos sitios: Su casa (siempre pegado a una máquina de coser o al ordenador en foros de cosplay), las tiendas de tela, mercerias, su lugar de trabajo o estudios (algunos ni eso, haciéndome creer que viven de los papis o hacen la fotosíntesis) y TODOS los eventos en los que puedan cosplayearse.
Estos cosplayers viven sus afición con una devoción que haria palidecer
de envidia hasta al mas aplicado empresario Japones. Da igual que estén
enfermos, lleven una semana entera sin dormir (verídico, hablé con este caso en
persona hace años), o tengan que faltar al trabajo con su consiguiente amenaza
de despido que para ellos el cosplay siempre va primero. Por supuesto el
resultado suele ser impresionante y hacen que te caigas de espaldas al ver la
calidad de sus cosplays, pero sacas a esas personas del cosplay y en realidad
están mas vacias que la cabeza de Lindsey Lohan.