Hola familia. Hoy vuelvo a vosotros con una crítica a mala leche del nuevo anime sacado de ese gran clásico de la animación que que tantos traumas, heridas intentando imitar sus ataques, orientaciones sexuales dudosas (como es mi caso) y buenos momentos nos provocó en nuestra infancia. Con todos ustedes, la crítica a mala leche del primer capítulo de Saint seiya Omega, espero que la disfruten.
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Soy Atenea, la protectora de la infancia, solo yo puedo hacer sufrir a este niño.
El culpable de tanto jaleo es una especie de fantasma vaporoso del super mario bros, color rojo menstruacción, que se dedica a lanzar rayos destructores por todas partes (si fuesen rayos amistosos no harian tanta gracia) y arrojar a Atenea al suelo sin piedad al grito de ¡he venido a por ti!
Muhahahaha... soy un malo muy malo y maltrato a mujeres y niños por igual.
Parece que está todo perdido. Pero el nuevo opositor a supervillano y aspirante a maltratador de mujeres y niños es detenido por el chupacámaras oficial de la saga ¡¡Seiya!! el cual ahora luce la armadura de oro de Sagitario (ya era hora, ya que en la serie original se la está poniendo cada dos por tres) solo que esta vez en versión mallas ceñidas y con bufanda blanca para no pasar frio en la garganta (Ante todo lo primero es la salud).
Soy Seiya y he vuelto para partir culos en nombre de Atenea.
Acto seguido se intercambian unas cuantas hostias (puro protocolo entre caballeros), el fantasma regloso del supermario se convierte en una bola deforme con armadura de pinchos, Seiya le lanza su famoso Pegasus Ryuseiken con el que siempre lo arregla todo (hasta configura el DVD con el pegasus ryuseiken), el malo grita, desaparecen y.....
Chanchanchaaaaaan.... el mega opening de la muerte mortal.
No se a vosotros, pero a mi el opening me a puesto palote y aun sigo tocándome. El remake del pegasus fantasy está muy bien hecho, no desmerece en nada al original y además tiene muchos guiños al opening clásico. Pero vamos al lio y dejemos el opening a un lado.
Han pasado 13 años y ese bebe que vimos al principio siendo desatendido por Atena ahora es todo un adolescente pelirrojo pelopincho. Las costumbres en el santuario no han cambiado mucho desde entonces, ya que nuestro prota esta siendo entrenado como mandan los cánones de la serie... recibiendo una brutal paliza por parte de su entrenador, que en este caso no es otro que nuestra sexy y malencarada Shaina de Oficuo, la cual sigue demostrando que es tan badass como siempre, aunque sea a costa de maltratar a un menor de edad bajo su tutela.
Si es que estáis todos amariconados, en mis tiempos les partiamos todos los huesos a nuestros alumnos y no se quejaban... Y eso era solo para decir buenos dias.
El capítulo hace un pequeño corte para ver a Atenea tomando el té en la cama y volvemos de nuevo al entrenamiento.
Escena totalmente gratuita que no viene a cuento.
Koga, el protagonista, no para de quejarse de que no quiere ser santo, que me maltratas mucho, que a mi no me va repartir leches y que paso mas tiempo en el hospital que fuera de el. Shaina le pregunta si alguna vez a sentido el cosmos (lo cual debe ser como el orgasmo en el punto g femenino, algo casi imposible de alcanzar pero maravilloso cuando lo consigues), a lo cual Koga no cree ni que exista (otro simil con el punto g femenino). Shaina, responde a su alumno igual que hacen los políticos en España, saliéndose del tema y haciendo alarde de unos conocimientos que poco tienen que ver con el tema, en este caso una sublime lección de fisica y astronomia que solo sirve para decirle que "todo en este mundo está hecho de átomos, por lo tanto todo puede ser destruido, ya que todo el universo proviene del Big Bang y bla, bla, bla...."
Ha amanecido y vemos a Atenea observando el entrenamiento de Koga. Bueno, mas bien le vemos recibir la del pulpo, ya que Shaina aun lo sigue usando de fregona o mejor dicho de arado, ya que está abriendo unos surcos en la tierra con su cabeza que valdrian de lujo para plantar un huerto.
Maldita sea Koga, no me obligues a dejarte tetrapléjico por millonésima vez.
Koga cuestiona los motivos de su entrenamiento y no cree ni que exista Atenea. Shaina se cabrea y, cuando creemos que le va a volver a dejar a Koga como el relleno de las empanadillas, este enciende su cosmos y le hace un rasguño a su maestra.
Fíjese maestra, yo también he aprendido a romper cosas lanzando lucecitas.
Despues de esto a Koga le da un arrebato de sensibleria, se larga a un acantilado a mirar el mar y a relajarse con las florecillas del campo (Me temo que Koga deberia haber opositado a protagonista de Bambi) y luego se va a la casa en la playa de Saori (nuestra eternamente joven Atenea), en donde es sorprendido por su mayordomo en el dormitorio.
Ahora te voy a meter esta espada de kendo por el ojete y ya verás como enciendes tu cosmos...
Por fortuna Atenea aparece antes de tiempo, salvando la virginidad anal de Koga de las garras del mayordomo Tatsumi (Shun de andrómeda debió colarse muchas veces en el dormitorio... guiño, guiño), dando la oportunidad a Koga de explicarse y salvar su dignidad, diciendo que solo habia traido una flor campestre como regalo para Atenea (Saori para los amigos).
Despues Koga se va a la playa a echar una siesta y meditar sobre la inmortalidad del cangrejo. Shaina le hace una visita a Atenea, la cual muestra unas marcas muy feas de color negro que, está claro, no son de tomar el sol y que fijo que tienen que ser lepra como mínimo y le explica a Shaina que no le queda mucho tiempo (a ella, no a Shaina) y que ojala Koga hubiese tenido una vida mas tranquila en un shojo de instituto, que es lo que mas le pega.
Despues pasamos a un flashback en el que el malo maloso (la bola roja con armadura y aire a fantasma del super Mario Bros) se despierta. Mientras, en la tierra, Koga se despierta de un sueño en el que ve a Seiya con la armadura de sagitario, se da cuenta de que Saori le estaba observando sonriente y se van a la playa a charlar.
Bien, hoy he aprendido a lanzar lucecitas que hacen pupa y Shaina no me ha mandado al hospital (de momento).
Saori se disculpa por tenerlo aislado en la playa con la compañia de una entrenadora maltratadora y un mayordomo que amenaza su pureza rectal cada dos por tres, pero Koga no se queja e incluso dice que se lo pasa bien y que está a gusto mientras Saori siga a su lado (A koga le va el rollo sumiso y no ve el momento en que Shaina pase a la lección del látigo y la cera caliente). Inmediátamente a Koga le da un ataque bipolar, en el cual fríe a preguntas a Saori, a lo que ella le responde "lo sabrás cuando seas un santo" (una manera de decir "cuando seas padre comerás huevos"), Koga se cabrea y Saori, para que a nuestro maltratado y un pelín amariconado prota se le pase el cabreo, le regala el colgante de piedra preciosa que siempre lleva en el cuello. Pero derrepente el tumor maligno que tenia se extiende y de ahi sale el malo maloso que aparecia al principio del capítulo, el cual se revela que es el dios marte (Ares para los griegos y los informáticos).
Hola Atenea, soy el nuevo dios ultrachungo que a venido a secuestrarte, como manda la tradición.
En este encuentro se revela que Saori es Atenea, que esta no puede liberar su cosmos porque tiene una mezcla de luz y oscuridad dentro de ella que, si la libera, puede provocar su muerte o algo peor. Koga se lanza a atacar a Marte (con penoso resultado para Koga), aparecen Shaina y el mayordomo sodomizador (el cual va con su espada de Kendo listo para dar amor al estilo Griego), Shaina ataca a Marte he impide que el mayordomo participe, a Shaina le dan la del pulpo, Koga la rescata y Shaina le pide que se convierta en un macho como los de antes y rescate a Atenea, momento en el cual por fin le bajan los testículos y ataca a Marte, provocando que aparezca la armadura de pegaso y que el prota se la ponga en una animación digna de cualquier serie de magics girls.
Ahora Koga es el nuevo santo de pegaso y ya está listo para partirle el culo a Marte.
Mierda.
Unos cuantos consejos del espíritu de Seiya, el cual presumimos que vive dentro de la armadura de sagitario y ya tenemos un nuevo santo de pegaso badass listo para proteger el mundo, el amor, la justicia y todas esas mariconadas como debe ser.... a base de hostias.
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Y aquí tenemos el primer capítulo de la serie. De momento la cosa promete y, aunque no sea un alarde de originalidad, al menos la serie me está pareciendo entretenida. Habrá que esperar que tal le va a nuestro nuevo y mucho mas amariconado santo de pegaso en su lucha contra marte y su recién despertada pubertad.
Sed felices y no os metais en muchos lios.